El Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València (IDH) ha organizado junto a Cabanyal Obert un debate sobre la criminalización del rap que contará con la participación de la profesora de derecho constitucional, Ana Valero, del periodista Tomás Muñoz y del Chojin” que ofrecerá un “bolo” en el que ‘rapeará’ varios temas compuestos por él. El acto se celebra el miércoles 13 de Junioa las 18:30h en la Fábrica de Hielo.
El músico de hip-hop Domingo Antonio Edjang Moreno, más conocido como El Chojin, impartió el 10 de diciembre de 2014 una conferencia en la Nau, organizada por el IDH, para conmemorar el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se celebra ese día. El mes anterior había recibido el “Premio compromiso contra la intolerancia”, ya que una de las principales temáticas que aborda en la mayoría de sus LP es la discriminación, el maltrato y la injusticia en general. La lucha contra la violencia de género y la concienciación de cara al fenómeno de la inmigración está también presente en su obra. El Chojin nació y se crio en España, pero conoce perfectamente esta problemática debido a sus raíces africanas y ha enarbolado en multitud de ocasiones dicha causa. Tal y como refleja en los temas “Yo no soy de esos”, “Mami el negro está rabioso” o “Cara sucia”, él mismo ha sufrido dicha discriminación en sus propias carnes debido al color de su piel. En 2009 se convirtió “oficialmente” en el rapper más rápido del mundo al lograr un Record Guiness después de ser capaz de rapear 921 sílabas en 60 segundos. En 2010 consiguió meter la música rap en el Telediario de La 2 de Televisión Española, al desgranar un editorial rimado en el que semanalmente el rapero ofrecía su visión sobre los acontecimientos de actualidad. El Chojin escribe poesía, artículos y diferentes textos. Fue el presentador del programa semanal “Ritmo Urbano”, que La 2 de Televisión Española dedicó durante cuatro temporadas a la cultura hip hop.
La judialización de la libertad de expresión
Como explica la profesora Ana Valero “si se repasan los casos en los que la libertad de expresión ha sido limitada en los últimos años en España, que son muchos, no es difícil reparar en el hecho de que, de todos ellos, los únicos que han derivado en una condena penal privativa de libertad han sido los de los raperos”. Valero los agrupa en tres grandes categorías en función del delito atribuido a sus autores. En una primera categoría engloba todos los casos en que el motivo de la judialización ha sido la supuesta comisión del delito de ofensa contra los sentimientos religiosos, previsto en el artículo 525 de nuestro Código Penal. En ella estarían los casos de Javier Krahe -juzgado por un vídeo en el que enseña “cómo cocinar a un Cristo”, filmado en el año setenta y siete y que fue emitido en el 2004-; Rita Maestre -concejala del Ayuntamiento de Madrid, procesada por realizar un acto de protesta en la capilla de la Universidad Complutense en el que se desnudó de cintura para arriba-; Abel Azcona -artista plástico y de performance que compuso con 242 hostias consagradas la palabra “pederastia”, como una de sus obras creativas-; y, Leo Bassi -actor cómico que en el año 2010 protagonizó en público una parodia de Juan Pablo II y consagró preservativos que distribuyó en Paraninfo de la UVA-.
En un segundo grupo estarían todos aquellos casos en los que el delito de enaltecimiento del terrorismo o la incitación al odio y a la violencia son las conductas perseguidas, las cuales se encuentran tipificadas en los artículos 578 y 510 del Código Penal respectivamente. Aquí cabría mencionar el caso de los titiriteros que fueron encarcelados preventivamente porque en su obra de teatro aparecía un guiñol de trapo que exhibía una pequeña pancarta en la que se decía “Gora Alka ETA”; el del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, que fue juzgado por chistes sobre el Holocausto o Irene Villa publicados desde su cuenta de Twitter en el marco de un debate y reflexión sobre los límites del humor negro; y el caso de Cassandra, la joven que publicó en su cuenta de Twitter diversos tuits en tono satírico sobre la figura de Carrero Blanco.
Al enaltecimiento del terrorismo y la incitación al odio en ocasiones se ha sumado el delito de injurias a la Corona o injurias a las Instituciones del Estado, como en el caso del director de la Revista satírica El Jueves por publicar un artículo satírico titulado “La continua presencia de antidisturbios acaba con las reservas de cocaína en Cataluña”.
Pero los casos en los que los supuestos autores de los delitos imputados son raperos, insiste la profesora Valero, son los únicos que han sido finalmente condenados penalmente por los tribunales. En primer lugar, recuerda, nos encontramos con el caso del rapero Valtonyc, que ha sido condenado a tres años y medio de prisión por haber cometido, según el Tribunal Supremo, los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona a través de las letras de sus canciones publicadas en Youtube con mensajes como “en el palacio del Borbón, Kalashnikov”, “un pistoletazo en la frente de tu jefe está justificado o siempre queda esperar a que le secuestre algún GRAPO” o “que explote un bus del PP con nitroglicerina cargada”, entre otras.
Por los mismos delitos ha sido condenado a dos años de prisión por la Audiencia Nacional el también rapero Pablo Hasel, al que este órgano judicial le aplica la “doctrina Valtonyc” por el contenido de 64 mensajes publicados en Twitter y una canción en YouTube que incluyen frases como “Si tanta monarquía quiere el pueblo como dicen los tertulianos mercenarios, que suelten a la familia real sin escoltas por nuestras calles”; “La Guardia Civil, como hasta el tribunal europeo ha dicho, ha torturado”; “la policía asesina con total impunidad”; “Las manifestaciones son necesarias pero no suficientes, apoyemos a quienes han idos más allá”.
A los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a las Instituciones del Estado y a la Corona se suma el de discurso del odio en el caso del rapero César Strawberry, condenado por el Tribunal Supremo a un año de cárcel por varios comentarios que publicó en su cuenta de Twitter en los que ironizaba con la vuelta de ETA y los GRAPO. Entre ellos se pueden mencionar:“El fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta los GRAPO”; “Cuántos deberían seguir el vuelo de Carrero Blanco”; “Ya casi es el cumpleaños del Rey ¡Qué emoción! (le voy a regalar) un roscón-bomba”; “A Ortega Lara habría que secuestrarle ahora”; “Street Fighter, edición post ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina”.
Y, por último, recuerda Valero, la condena por parte de la Audiencia Nacional a dos años y un día de prisión de los doce integrantes de la banda de rap La Insurgencia, por el delito de enaltecimiento de terrorismo en el que, según este tribunal, incurrían las letras de sus canciones. En ellas se pueden escuchar frases como estas: “Yo soy un romántico de la lucha armada, chico, te lo explico, revolución o nada”; “Somos comunistas no librepensadores, contra los opresores violencia legítima”; “Mis héroes no son capos, mis héroes son GRAPOS, lánzame el tirito que yo no entro al trapo”; “Somos el vuelo de Carrero, el deseo de un golpe certero”.
Web de Cabanyal Obert
http://cabanyalobert.org/tag/el-chojin/
Web de El Chojin
Artículo completo de Ana Valero sobre la criminalización del rap